Si te llegó una notificación de deportación o estás detenido por inmigración en Houston, Texas, sé que estás pasando por un momento de mucho miedo y estrés. La idea de que te separen de tu familia o de la vida que has construido aquí es abrumadora. Pero no estás solo en esto: encontrar rápido un abogado de inmigración puede ser tu mejor opción para pelear por quedarte. En una ciudad tan grande y diversa como Houston, hay profesionales que saben cómo manejar estos casos y que pueden actuar sin perder tiempo para ayudarte.
Aquí están algunos ejemplos de por qué debes proceder con apuro:
El tiempo es clave cuando se trata de deportación. Si recibiste un “Notice to Appear” (Aviso para Comparecer) o estás en un centro de detención, cada día cuenta. Un abogado experto en inmigración puede revisar tu caso de inmediato, explicarte qué está pasando y buscar formas de detener el proceso o encontrar una solución. No importa si cometiste un error en el pasado o si tu situación es complicada; un buen abogado va a luchar por ti y por tus derechos.
Si llegaste a Estados Unidos sin papeles, sé que puede parecer un sueño lejano eso de conseguir un permiso de trabajo. Pero te tengo una buena noticia: ¡sí hay caminos legales para lograrlo! Eso sí, no es algo que cualquiera pueda pedir así nomás. Hay que cumplir con ciertos requisitos para poder obtener lo que se llama el Documento de Autorización de Empleo (EAD), que es como tu pase para trabajar legalmente en Tejas.
¿Quiénes pueden pedirlo? Aquí te dejo algunas situaciones en las que podrías calificar:
Ojo: hasta que no tengas ese permiso en la mano y aprobado, no puedes empezar a trabajar. Es súper importante que lo sepas.
Mi consejo es que busques a un abogado de inmigración que te eche la mano. Ellos son los que mejor pueden mirar tu caso con lupa y decirte: “Mira, por aquí podrías ir”. Por ejemplo, si tienes miedo de regresar a tu país porque te persiguen o algo así, podrías intentar con el asilo, y luego eso te abriría la puerta para pedir el permiso de trabajo.
Para solicitar el EAD, vas a necesitar llenar el formulario I-765, pagar una tarifa (sí, hay que juntar para eso) y mandar papeles que muestren tu situación. Dependiendo de tu caso, te lo pueden dar por uno o dos años. Si quieres saber cuánto se tardan en dártelo, échale un ojo al sitio web de USCIS, ahí te dan una idea.
Que te detengan, ya sea la policía o los de inmigración, puede ser de esas cosas que te hacen temblar las piernas. Lo entiendo perfectamente. Pero quiero que sepas algo importante: tienes derechos, aunque no tengas papeles.
Si te pasa algo así, esto es lo que puedes hacer:
Tú tienes el derecho de quedarte callado. No tienes que contarles dónde naciste, cómo llegaste o cuál es tu estatus migratorio. Si no quieres hablar, solo di clarito: “Estoy usando mi derecho de guardar silencio”. Así, sin más.
Si traes contigo algún documento válido, como un permiso o algo por el estilo, llévalo siempre. Si no tienes nada, puedes decir que quieres hablar con un abogado antes de contestar cualquier cosa.
También puedes decir que no das permiso para que revisen tus cosas, a menos que traigan una orden de un juez o una razón muy clara. Si te detienen, tienes derecho a llamar a tu familia o a un abogado, y también a que te visiten para ayudarte legalmente.
Un tip de oro: Ten un plan por si las moscas:
Sé que una de las cosas que más te preocupa es mantener a tu familia unida. Si estás sin papeles, traer a alguien de tu país legalmente es casi imposible, pero sí puedes hacer cosas para proteger a los que ya están aquí contigo.
Hay casos en los que podrías calificar para alguna ayuda migratoria, como si llevas muchos años aquí, tienes familia que es ciudadana o estás en una situación difícil de esas humanitarias. Un abogado puede revisar tu historia y decirte si hay esperanza.
Si alguna vez tuviste un problema con inmigración o la ley, las cosas se pueden poner más complicadas. No te voy a mentir, eso pesa.
Hay delitos que, según las reglas, te pueden mandar de regreso a tu país o impedirte entrar, incluso si ya tienes green card o llegaste con visa. Hasta algo chiquito puede ser un problema si lo ven como un “crimen de torpeza moral”, como hacerle daño a alguien o meterte en un fraude. Todo depende de tu caso.
Si ya te deportaron antes, regresar legalmente es un camino cuesta arriba, y podrías tener un castigo de varios años.
Por eso, un abogado que sepa bien del tema es tu mejor aliado. Ellos pueden ver si hay chance de pedir un perdón o alguna solución que te saque del apuro. Cada caso es un mundo, y las leyes a veces cambian, así que no te confíes.
El tiempo que te va a tomar todo esto depende de mil cosas: qué estás pidiendo, en qué oficina lo están viendo y cuánta gente tienen en la fila.
Por ejemplo:
Y mientras esperas, las leyes migratorias pueden dar un giro. Un presidente nuevo, el Congreso o las cortes pueden cambiar las reglas de quién califica o qué te piden. Algunos cambios te podrían beneficiar, pero otros podrían ponerte las cosas más difíciles.
Por eso, habla seguido con tu abogado y mantente al tanto con grupos que apoyan a los inmigrantes. Cumple con todo lo que te pidan, ve a tus citas y mantente lejos de problemas legales. Eso te va a dar más chances de que todo salga bien.