Vivir en Tejas siendo hispanohablante puede ser un desafío, especialmente cuando enfrentas problemas legales. Pero no te preocupes, hay abogados especializados que hablan español y pueden ayudarte. Aquí te cuento, en un lenguaje claro y como si estuviéramos charlando, sobre seis tipos de abogados: los de DUI, inmigración, familia, lesiones personales, penales y bancarrota, y cómo te pueden echar una mano.
Imagina que te paran por manejar después de tomar unas copas. Eso es un DUI, o sea, conducir bajo la influencia de alcohol o drogas. Puede costarte multas, que te quiten la licencia o hasta ir preso.
Un abogado de DUI que hable español te explica todo clarito: qué significa el cargo, qué puede pasar y cómo defenderte. Puede negociar para que te bajen la multa o buscar errores en las pruebas, como si el test de alcoholemia no fue correcto. Si eres inmigrante, esto es súper importante para evitar problemas con tu estatus.
El sistema de inmigración en Estados Unidos es un laberinto. Si quieres una visa, una green card, asilo o evitar una deportación, un abogado de inmigración es tu mejor aliado.
Si habla español, mucho mejor. Te explica paso a paso qué necesitas, te ayuda con los formularios y te defiende en la corte si hace falta. Ya sea que quieras traer a tu familia o pelear un caso de deportación, este abogado te da tranquilidad.
Cuando hay problemas familiares, como un divorcio, peleas por la custodia de los hijos o temas de manutención, un abogado de familia te ayuda a resolverlos.
Uno que hable español te escucha y te explica tus opciones sin complicaciones. Por ejemplo, te ayuda a llegar a un acuerdo justo en un divorcio o a pelear por tus derechos como papá o mamá. Es como tener a alguien que te guía en momentos difíciles.
Si te accidentas, ya sea en un choque de carro, una caída o en el trabajo, un abogado de lesiones personales pelea para que te paguen lo que mereces: los gastos médicos, el sueldo que perdiste o el dolor que sufriste.
Un abogado que hable español te hace la vida más fácil. Habla con las aseguradoras por ti, negocia un buen acuerdo y, si no queda otra, lleva tu caso a la corte. Esto es clave para muchos hispanos que trabajan en oficios duros, como la construcción.
Si te acusan de un delito, desde algo pequeño como un robo hasta algo más serio, un abogado penal te defiende. Un cargo así puede complicarte la vida: perder el trabajo, la casa o, si eres inmigrante, hasta tu estatus.
Con un abogado que hable español, entiendes bien de qué te acusan y cómo pelear el caso. Puede negociar para que te reduzcan la pena o incluso lograr que desestimen los cargos. Te da la confianza de saber que alguien está de tu lado.
Si las deudas te tienen contra la pared, un abogado de bancarrota te ayuda a respirar. Hay opciones como el Capítulo 7, que elimina algunas deudas, o el Capítulo 13, que reorganiza lo que debes.
Un abogado que hable español te explica todo en sencillo: cómo funciona, qué puedes proteger (como tu casa o carro) y qué deudas se pueden borrar. Es un alivio para quienes están lidiando con cuentas médicas o tarjetas de crédito.
Un abogado que hable tu idioma no solo te explica las cosas claras, sino que entiende por lo que pasas. Sabe que a veces tienes miedo de meterte en problemas legales o no confías del todo en el sistema. Con él, no hay barreras de idioma ni malentendidos.
Ya sea que tengas un problema de DUI, inmigración o deudas, un abogado hispanohablante te da la seguridad de que alguien pelea por ti y te entiende.
Si eres hispano en Texas, no tienes que enfrentar los problemas legales solo. Hay abogados de DUI, inmigración, familia, lesiones personales, penales y bancarrota listos para ayudarte. Busca uno que hable español, que te explique todo como amigo y que pelee por tus derechos. ¡Con el abogado correcto, todo se siente más fácil!
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