El 95% de las demandas se resuelven mediante acuerdos antes de llegar a juicio, lo que significa que muy pocas llegan realmente a una sala tribunal. Solo entre 3-4% de los casos de lesiones personales van a juicio. Sin embargo, cuando los casos van a juicio, más del 90% los ganan los demandantes. En general, los demandantes ganan un poco más de la mitad de todos los casos, pero esto varía enormemente según el tipo de demanda.
Ojo: No todos los casos son iguales, y las posibilidades de éxito cambian drásticamente según qué tipo de demanda presentes. Los accidentes de auto tienen una tasa de éxito del 61%, lo que es relativamente bueno comparado con otros tipos. Los casos médicos son mucho más difíciles - solo un menos de 50% resultan en compensación para el demandante. En casos laborales, aproximadamente un 30% de quienes contratan abogado reciben algún tipo de compensación. Estos números reflejan la complejidad y los desafíos únicos de cada área legal.
Depende de qué tan sólidas sean tus pruebas. Si tienes documentos, fotos, video, carta, testigos o mensajes de texto que respalden claramente tu versión, tienes buenas posibilidades. Sin pruebas contundentes, será difícil.
Depende de lo que busques lograr. Demandar cuesta tiempo, dinero y energía. Si lo que puedes ganar supera estos costos, puede valer la pena. Si no, mejor negociar.
Nadie puede asegurarlo, pero un buen abogado puede estimar tus chances basándose en:
Los elementos clave son:
Varía según el tipo de caso. Algunos son más sencillos (ej. cobro de deudas con contrato) y otros más complejos (ej. demandas por negligencia médica).
Además de las pruebas, influyen:
Un buen abogado debe investigar esto. Los casos anteriores pueden ayudar a predecir resultados, pero cada caso tiene detalles únicos.
Los factores que más influyen en el éxito de una demanda incluyen tener evidencia sólida y documentación completa, contar con un buen abogado especializado en tu tipo de caso, tener paciencia porque los procesos pueden durar años, y disponer de recursos suficientes ya que los juicios son costosos. Muchas veces un buen acuerdo negociado es mejor que un juicio incierto y costoso. La mayoría de los casos exitosos se resolven negociando, no en una sala de tribunal. La clave está en tener expectativas realistas y un buen abogado que conozca bien tu tipo de caso.
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